jueves, 1 de septiembre de 2005

Diálogo abruptamente interrumpido

V.- [menos sorprendida que resignada] ¿Tú qué haces aquí?

J.- Ya ves: chapando.

V.-¿Y vienes hasta aquí a estudiar estando en tu escuela?

J.- [tono de entusiasmo] ¡No , no! Vengo desde mi casa.

V.- ¿Cómo desde tu casa?

J.- ...

V.- ¿Por qué no te quedas en casa estudiando?

J.- [torpe intento de iniciar una conversación] Es que mi casa es lo peor... Sabes ¿No?

V.- [es difícil no entrar en esa dinámica] ¡No! ¿Por qué?

J.- [casi resoplando] Porque allí no hay forma de hacer nada: enseguida te aburres... te pones a hacer cualquier cosa...

V.- Y aquí ¿Qué pasa? ¿Que hay atracciones?

J.- ¡Hombreee! Aquíii se respira una atmósfera deee...

V.- [una mirada que trata de dar claras muestras de no compartir esa pretendida complicidad]

Y blablablá.

Coche, casa, mesa, perro, calamar, idea que obsesiona la mente de Ángel: “El águila y la niebla” de Narciso Ibáñez Serrador ¿De qué va? ¿Y qué me cabe esperar de la vida? Porque en arreglo a eso tendré que actuar y yo qué sé ¿Y cómo puedo saberlo? En esta clase de delicadas situaciones cualquier absurda decisión que se tome podría ser fatal y no quiero cometer más errores que me hundan aún más en la miseria. No sé si equivocarme a conciencia hasta cansarme de hacerlo, hasta que no sea posible equivocarse más y significar entonces haber tocado ya fondo y estar emergiendo ¿Porqué jugar al fútbol? ¿Porqué salir de copas? ¿Porqué seguir o dejar la beca? ¿Porqué escribir o no hacerlo? ¿Porqué irse o no a estudiar al extranjero o a vivir fuera de casa? ¿Porqué salvar o no las focas y tener o no hijos y formar una familia o no hacerlo? ¿Me volveré loco de soledad? ¿Qué voy a hacer si no; si no puedo no estar sólo, si me siento tan radicalmente incomunicado que me automargino de la sociedad y no espero nada de ella y yo sólo nada puedo hacer y de nada valgo? ¿Qué me impide pegarme un tiro? ¿Con qué fuerza y con qué intención voy a seguir viviendo? ¿Qué fines perseguir? ¿Cómo saber si me llenarán o me estaré engañando? ¿Hasta qué punto, de nuevo, cualquier decisión que tome será fruto de un intento de escapar, de huir, de olvidar un lamentable error y será consecuentemente también errónea? ¿Estaré viviendo como ahora escribo?: Parece que sí. Conseguir con que sea una respuesta me da ciertas fuerzas pero puedo estar cometiendo otro error y, de ser así ¿Cómo averiguarlo si nadie parece conocer las repuestas o estar dispuesto a plantearse siquiera las preguntas? ¿Qué cabe esperar de nuevo, entonces, de la humanidad? ¿Sobrevivirán los más fuertes y los más afortunados? ¿Seré simplemente fuerte pero no afortunado? ¿Es la suerte tan decisiva? ¿Condiciona tanto? Cercós: ¿Será feliz? ¿Más feliz que yo (porque lo parece)? ¿Será su felicidad más ilusoria que mi profundo malestar? ¿Será feliz Miguel Ángel? ¿Lo será Ana? ¿Lo será Miguel? ¿Lo será Javi? ¿Lo será Borja? ¿Lo será alguien? ¿Dará igual? ¿Cómo puede seguir la gente adelante sin ser feliz, sin idea de cómo serlo? ¿Cuánta gente creerá en Dios? ¿Será posible no hacerlo; vivir sin esperanza? ¿De qué puede ser uno capaz sin ella? ¿De las mayores atrocidades? ¿Y cómo no rayarse? ¿Cómo no rayarse? ¿Cómo no rayarse? ¿Cómo no rayarse? ¿Cómo no rayarse? ¿Cómo no rayarse? ¿Cómo no rayarse? ¿Cómo no rayarse? ¿Cómo no rayarse? ¿Cómo no rayarse? ¿Cómo no rayarse? ¿Cómo no rayarse? ¿Cómo no rayarse? ¿Cómo no rayarse? ¿Cómo no rayarse? ¿Cómo no rayarse? ¿Cómo no rayarse? ¿Cómo no rayarse? ¿Cómo no rayarse? ¿Cómo no rayarse? ¿Cómo no rayarse? ¿Cómo no rayarse? ¿Cómo no rayarse? ¿Cómo no rayarse? ¿Cómo no rayarse? ¿Cómo no rayarse? ¿Cómo no rayarse? ¿Cómo no rayarse? ¿Cómo no rayarse? ¿Cómo no rayarse? ¿Cómo no rayarse? ¿Cómo no rayarse? ¿Cómo no rayarse? ¿Cómo no rayarse? ¿Cómo no rayarse? ¿Cómo no rayarse? ¿Cómo no rayarse? ¿Cómo no rayarse? ¿Cómo no rayarse? ¿Cómo no rayarse? ¿Cómo no rayarse? ¿Cómo no rayarse? ¿Cómo no rayarse? ¿Cómo no rayarse? ¿Cómo no rayarse? ¿Cómo no rayarse? ¿Cómo no rayarse? ¿Cómo no rayarse? ¿Cómo no rayarse? ¿Cómo no rayarse? ¿Cómo no rayarse? ¿Cómo no rayarse? ¿Cómo no rayarse? ¿Cómo no rayarse? ¿Cómo no rayarse? ¿Cómo no rayarse? ¿Cómo no rayarse? ¿Cómo no rayarse? ¿Cómo no rayarse? ¿Cómo no rayarse? ¿Cómo no rayarse? ¿Cómo no rayarse? ¿Cómo no rayarse? ¿Cómo no rayarse? ¿Cómo no rayarse? ¿Cómo no rayarse? ¿Cómo no rayarse? ¿Cómo no rayarse? ¿Cómo no rayarse? ¿Cómo no rayarse? ¿Cómo no rayarse? ¿Cómo no rayarse? ¿Cómo no rayarse? ¿Cómo no rayarse? ¿Cómo no rayarse? ¿Cómo no rayarse? ¿Cómo no rayarse? ¿Cómo no rayarse? ¿Cómo no rayarse? ¿Cómo no rayarse? ¿Cómo no rayarse? ¿Cómo no rayarse? ¿Cómo no rayarse? ¿Cómo no rayarse? ¿Cómo no rayarse? ¿Cómo no rayarse? ¿Cómo no rayarse? ¿Cómo no rayarse? ¿Cómo no rayarse? ¿Cómo no rayarse? ¿Cómo no rayarse? ¿eh? ¿Cómo no rayarse?

Tengo la molesta sensación de que el odio me consume y me deja a un paso de casi cualquier cosa y eso me da miedo.

No hay comentarios: