jueves, 14 de junio de 2007

Ultimábamos esta mañana detalles...

... de organización de la fiesta de final de temporada del equipo (de fútbol) vía cruce de mails, cuando me han recordado accidentalmente que, dentro del grupo, se puede ser “rojo” o “gaviotilla”.

Continuando la cadena de accidentes, he terminado en la página del ideario del P.P. y ahí, gracias a una claridad y concreción en la exposición a la que, francamente, no me tienen acostumbrado los políticos de este país, he topado con mi principal causa de desencuentro ideológico con este partido: “Señoras y señores, con todos Vds.... ¡el humanismo cristiano!.

Sospecho que derivan de él la defensa de la dignidad del ser humano (que ni yo ni el P.P., me temo, sabemos qué significa) y el compromiso renovado con el derecho a la vida (que supongo que consistirá en la oposición a legalizar el aborto y la eutanasia) del citado ideario. Luego está la abogacía por el universal respeto de los derechos humanos, para la que se tendrá, seguramente, que asumir la hipótesis (humanista cristiana) de que existen derechos humanos universales que yo no me creo.

No voy a seguir porque me empezaría a poner filosófico, sé lo que eso os aburre (me aburre hasta a mí) y estoy muy cansado.

Nos vemos.

P.D. de Prada, el humanismo cristiano y el P.P.

martes, 12 de junio de 2007

No diría que los diferentes...

... modos que existen de estar uno físicamente hecho polvo tienden a infinito pero sí que son cuantiosos.

Ahora que no fumo y bebo menos, mis principales fuentes de malestar son la privación de sueño y la carencia de ejercicio físico.

Tampoco diré que este último modo sea bueno, pero existe una diferencia substancial: que es consecuencia no del ocio sino del trabajo. Como, además, la mayor parte de éste se me remunera (si no ¿de qué?), mis padres empobrecen menos, me quieren más y no tengo que hacerles caso.