miércoles, 21 de diciembre de 2005

La perversidad de los medios

Ayer íbamos Javi y yo en el coche escuchado “La mañana” de la COPE de camino a la Escuela. A esas intempestivas horas (8:45 a.m.) mi cerebro se encontraba todavía en pleno proceso de toma de contacto con la realidad, absolutamente desacostumbrado como estoy a madrugar. El de Javi, en cambio, estaba ya algo más lúcido y crujió ligeramente al escuchar una noticia del boletín informativo que interrumpía la tertulia sobre actualidad política y que para mí no era más que una meliflua voz femenina que, de un oído a otro, atravesaba mi cerebro como la cabeza del niño Jesús hiciera en su día con el himen de la virgen María. El episodio vino a ser el siguiente:

Meliflua voz femenina.- Los jóvenes y ancianos serán los más beneficiados por la subida de las tarifas en el transporte público de Madrid al serles aplicado un aumento de sólo el 6%...

Cerebro de Javi.- losantoscabronlosantoscabronlosantoscabron... beneficiados... losantoscabronlosantoscabronlosantoscabron... subida de las tarifas... losantoscabronlosantosca... ¡¡¿¿??!! beneficiados-subida-tarifas... subida-tarifas-beneficiados... tarifas-beneficiados-subida... ¡¡$%*&€#!!... Talante Javi, talante.

Voz de Javi.- Se advierte un ligero sesgo ideológico en la redacción de la noticia ¿No te parece, afecto amigo Ángel?

Cerebro de Ángel.- ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... sesgo... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... noticia... ... ... ... ... ... ... ... parece... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ¿Ein?

Voz de Ángel.- ... ¿Ein?

Voz de Javi.- ¿Cómo se puede hablar de “más beneficiados” si lo que están haciendo es subir los precios?

Cerebro de Ángel.- Connecting... ... ... ... Buffering... ... ... ... Loading... ... ... Aplicar filtro ideológico para corregir sesgo.

Voz de Ángel.- Habrán querido decir “menos perjudicados”.

Voz de Javi.- Pero no es lo que han dicho.

Y era verdad; no era lo que habían dicho. La conversación se prolongó, el segundo principio de la termodinámica se impuso y terminamos hablando de si era o no relevante dentro de las labores de representación que se le podrían atribuir a un presidente de gobierno el hacer la ola con un grupo de militares o poner los pies encima de la mesa del despacho de un jefe de estado pero esto, como diría Robert E. Howard, es otra historia...

No soy demasiado despabilado (menos un día de resaca como hoy1) pero me ha dado por pensar (cosa que practico como el sexo; en rarísimas ocasiones, lento pero seguro) y he caído en la cuenta de algo. El episodio ha venido a ser el siguiente:

Voz del padre de Ángel.- Se te ha acabado el metrobús; tienes que comprar otro.

Cerebro de Ángel.- sexosexosexosexosexo... metrobús... sexosexosexosexosexo... comprar... sexosexosex... ¡Un momento! ¿”menos perjudicados”?

Tomemos un madrileño con una renta mensual de 2500 €/mes. Madrid es caro pero su sueldo es suficiente para tener un coche, puede efectuar algunos desplazamientos con él y no le sale rentable comprar un abono. Gasta de media 1 metrobús/semana ≡ 4 metrobús/mes ≡ 23.20 €/mes, lo que le supone un 0.93% de su renta. Supongamos que suben las tarifas un 10%, esto significaría invertir un 0.09% más de su renta en transporte.

Tomemos ahora un anciano con una pensión mensual de 500 €/mes. El precio del Abono Tercera Edad es de sólo 9.55 €/mes (para todas las zonas excepto E1 Y E2) pero esto representa un 1.91% de su renta, aunque a él le subieran las tarifas sólo un 6%, le supondría invertir un 0.11% más de su renta en transporte.

Éste es mi favorito: un joven mileurista que, gracias al aumento de la edad máxima, aún puede acogerse a la oferta de Abono Joven y por 24.45 €/mes se puede mover libremente por la zona A, lo cual le supone aproximadamente el 2.45% de su renta. Una subida del mismo 6% que al anciano implicaría un 0.15% más de su renta invertida en transporte.

¿Los más beneficiados? ¿Los menos perjudicados?... ¡Hijos de puta!... sexosexosexosexosexosexosexosexo...

Así que ya sabéis: “Los medios de comunicación son perversos; no os creáis lo que oís ni lo que escucháis ni lo que entendéis, no os creáis siquiera vuestras propias opiniones, porque son las suyas. Salid por ahí, pillad (un pedo, aunque sea) y reflexionad durante la resaca mientras hacéis pellas del trabajo como ciudadanos responsables”. Hasta la próxima, amiguitos.

1.- Sí, anoche hubo juerga pero esto, como volvería Robert E. Howard a decir...

lunes, 5 de diciembre de 2005

La hora de los saldos

Hace un par de noches me recordaron accidentalmente un hecho con pretensiones de verdad que me pareció un paradigma de un tipo en la cuenta de cuya existencia caí hará ya unos años. Estoy convencido de que se habrá escrito bastante al respecto pero no he estudiado tanto como para saberlo. Me refiero al tipo de hechos que, para que se den, basta con que se piense que efectivamente suceden. El ejemplo esclarecedor que me recordaron es el del título de esta entrada. Os suena ¿verdad? Se aplica a las salidas nocturnas1.

Se dice que, a partir de una determinada hora de la noche, las chicas que merecen la pena ya se han emparejado y el nivel de desesperación entre las que quedan sin hacerlo es creciente. El hecho de que no haya ocurrido puede indicar que no son lo suficientemente atractivas y esa duda las corroe, además, los individuos que quedan son progresivamente más borrachos, feos y maleducados… a esa hora cualquier cosa vale. El panorama que se les presenta no es nada halagüeño. Supongamos que las chicas se lo creen, entonces podrán pensar -no quiero ser un saldo, no me conformo con ser la enésima opción de un asilvestrado gañán cualquiera- y preferirán una retirada estratégica. Supongamos que los tíos piensan igual –a esta hora, a la que se queda le vale cualquier asilvestrado gañán así que, a trincar que está barato- y no se andarán con demasiadas contemplaciones, maniobras ambas con las que convertirán la hipótesis en un hecho cierto; a una hora determinada no quedarán más que “saldos”2.

Supongamos ahora una hipótesis alternativa: “lo bueno se hace esperar”. Ellas en vez de creerse la anterior se quedan con ésta y piensan –soy una chica que merece la pena, no me conformo con el segundo o tercer asilvestrado gañán que se me acerque- y preferirán una espera prudente, y ellos –si han aguantado hasta esta hora, es que no les vale cualquier asilvestrado gañán, tendré que dar lo mejor de mí mismo- y procurarán ser exquisitos, maniobras ambas con las que convertirán la hipótesis en un hecho cierto; a una hora determinada sólo quedarán las mejores, las que más se hacen esperar. Personalmente no me creo ninguna de las dos pero he reconocer que la segunda garantizaría diversión hasta el final, no así la primera que es, por otra parte y a la sazón, la hipótesis dominante.

Seguro que si os detenéis un momento se os empezarán a venir a la cabeza otros muchos ejemplos: la homosexualidad es un problema en la medida en que se considere que lo es, etc.. Llegado uno a este punto podría caer en la trampa de pensar que esto se podría decir de cualquier hecho, pero no, claro. Caerse desde un vigésimo quinto piso no es perjudicial para la salud en la medida en que se piense que lo es; el daño que uno se haga no va a depender del que se piense que se va a hacer; aunque todo el mundo pensara que no duele, pobre del que se tirara. En nuestra vida cotidiana todos podemos encontrar problemas de esta particular naturaleza en cierta medida. Os invito desde aquí a que localicéis y expongáis alguno porque, que un hecho cualquiera cumpla esta particular condición o no, es, en muchos casos, materia de fructífera discusión.


1.- Efectivamente: era un juego de palabras.

2.-
Para las que se estuvieran preguntando si, a la inversa, a los tíos les debería pasar tres cuartos de lo mismo, baste decir que la hipótesis resuelve el dilema de un plumazo respondiendo que sólo en la medida en que esa diferencia de 1/4 justifique la proporción tías/tíos de 1/8 ó 1/9 que se puede dar en un garito a la hora de los saldos.