
No lo niego, pero de lo que puede uno estar seguro es de que si te esfuerzas y trabajas duro, te cansas y, consigas lo que consigas, en el tiempo que te quede tendrás que descansar y no podrás disfrutarlo.
Los paradigmas del éxito contemporáneo: las tías buenas, los cochazos, la ropa de marca, las casas que te cagas, las fiestas v.i.p., etc. exigen tiempo y energía para disfrutarlos y, para alcanzar esa clase éxito, no basta con esfuerzo, sacrificio y trabajo duro, es imprescindible también muchísima suerte.
3 comentarios:
Muy acertado el razonamiento. Pero los coches y las tías buenas siguen molando mucho.
La clave es encontrar un trabajo en el que te dejes los huevos y te forres pero que no te importe porque te lo pasas bien en el proceso.
Cuando lo encontréis, me avisáis.
Ya, ya; a mí el primero al que le molan. Si para que el burro tire del carro es imprescindible que le guste la zanahoria...
Acabo de descubir un artículo titulado Drogas, capitalismo y locura relacionado con el contenido de esta entrada.
Dejo el link como referencia para posteriores comentarios...
Publicar un comentario