Yo no lo recuerdo, ella me lo contó un día. Que me entienda con ella mejor que con mi padre no me debería sorprender, llevamos cerca de veintiocho años hablando. Mi padre me leía libros antes de dormir. Nunca jugó conmigo al fútbol u otro deporte pero acostumbraba a llevar sus explicaciones aun más lejos de donde mis preguntas exigían. Seguramente no lo sepáis pero tardé mucho en andar y comencé a hablar demasiado pronto. No cuesta tanto entender qué se me da bien, qué no y por qué.
Otra cosa que hacía mucho de pequeño era ver la tele pero no sé muy bien a santo de qué venía esto.
Cuando escribo y cuando leo, como cuando veo películas, me fijo en cosas que suelen pasar por alto. A Uri le parecían largas mis entradas en el blog, escribí “La perversidad de los medios” y no se lo pareció pese a ser una de las más largas que he escrito, a Paco le costaba leerlas menos que mis mails. No todas están escritas de la misma manera. Unas son el final de un proceso, otras un proceso en sí mismas. Sospecho que las que encuentra Paco más fáciles de leer pertenecen al segundo grupo porque son más fluidas. Las primeras son densas, espesas, con grumos, como muchos de mis mails. Unas preguntan, otras pretenden responder ¿No es bastante evidente? como que cuando no apetece nada en concreto se perfecciona la forma. Es un cierto gusto por el lenguaje.
Cuando se escribe como cuando se lee, se sintoniza. La sintonía ha de ser en ocasiones muy fina. Cuando lee, toma uno conciencia de sus defectos al escribir, como la toma, hablando, de lo que significa ser uno mismo sin olvidar a los demás.
¿Cómo leéis vosotros? ¿Cómo podéis evitar escribir? ¿Cómo no lo necesitáis? ¿Cómo no lo echáis en falta? ¿Con qué lo suplís? ¿Qué os gusta hacer? ¿De qué manera disfrutáis haciendo lo que os gusta más que otro cualquiera, que yo mismo?
Inciso
¿Cómo una moral puede tener como personas ejemplares a aquellas que no sobreviven? ¿Se trata acaso de sufrir hasta la muerte? Desde luego si puedes con eso, puedes con todo porque ¿hay algo peor que te pueda pasar?
¿Por qué se suicida tan poca gente? Un estado de ánimo que predisponga al suicidio implica a la vez factores que lo previenen. La posibilidad del suicidio me llega con la sensación de impotencia, de que cualquier acto conveniente resultará fallido. Esto incluye el propio suicidio. Si creyera que puedo suicidarme con éxito ¿por qué no iba a poder conseguir también otros objetivos? Entonces mi situación no sería tan desesperante. Creo que está claro: si me creyera capaz de suicidarme, me creería también capaz de otras metas ¿por qué suicidarme entonces?
Fin del inciso
Escribir exige apenas estar vivo de la manera que suelo estarlo, algo con qué escribir y algo sobre lo que hacerlo... resulta tan fácil ¿De qué manera viviréis vosotros que os cuesta menos hacer otras cosas?
No basta con preguntarme qué hago yo cuando no escribo porque sé que, en mi caso, haga lo que haga, a no ser que se parezca mucho, lo estoy echando de menos y no se puede echar algo tanto tiempo de menos cuando se tiene tan al alcance ¿o sí? No escribiréis pero pajas sí que os hacéis ¿o tampoco? Es muy parecido. Cuando se hace uno una paja puede que, en realidad, quisiera follar con alguien como cuando uno escribe puede que quisiera en realidad… follar con alguien. No, iba a decir comunicarse con alguien pero ambos casos contienen la idea de compartir unida a la imposibilidad de hacerlo ¿Tengo yo este obstáculo y esta paradoja que me supone "el otro" más presente que vosotros y por eso necesito escribir con cierta frecuencia?
No hay comentarios:
Publicar un comentario