miércoles, 20 de febrero de 2008

"Madrid Opina" es un programa estupefaciente...

... anoche hubo un momento en que los tertulianos se pusieron a opinar sobre economía (aproximadamente igual que si, pongamos por caso, Luis Aragonés se pone a hacerlo sobre poesía simbolista); prefiero achacarlo a la somnolencia que me provoca el sofá pero me pareció llegar a escuchar como alguno defendía el aumento de impuestos y de gasto público como solución a una situación de desaceleración económica, te meas.

El otro día escuché en la radio (esta vez no tenía tanto sueño y además hay testigos) que Rajoy quería poner a los jubilados a hacer ejercicio o algo por el estilo... y el cabrón del locutor leyendo la noticia sin descomponerse, el tío. Se conoce que los seleccionan de entre ese grupo de elegidos capaces de decir tres veces "tururú pajarito" sin esbozar la más leve sonrisa (intentadlo). Últimamente tengo la incómoda sensación de que los españoles nos estamos volviendo todos locos (se nos pasará, un poco, después de las elecciones, digo yo).

Con estos antecedentes, me da hasta miedo pensar en el debate sobre economía entre Solbes y Pizarro de mañana (ahora que sé que la Lista Antiprohibicionista no va a hacer ninguna distribución gratuita de porros*, es prácticamente el único acto de campaña que despierta mi interés). ¿Propondrá alguno de los dos, qué sé yo, liberalizar el mercado de la información privilegiada?

Vastaotra.



(*) Por aliviar un poco de esa tensión que le interesa al P.S.O.E. que haya, vamos.

4 comentarios:

Unknown dijo...

¡Mi primera contribución, Ángel!

Sin tener ni puta idea de Teoría Económica (qué bien quedan las mayúsculas), no creo que se pueda despreciar el gasto público como parte de la solución ante una crisis económica (aunque en un ámbito global,no limitado a una crisis pasajera de un país concreto, tampoco sé cuál puede ser su alcance).

Por ejemplo, uno de los sectores que parece que va a verse principalmente afectado por la crisis económica es el de la construcción. Mediante el dinero del Estado, nuestro dinero, pueden construirse carreteras, metro, aeropuertos y demás obras civiles. Las empresas que, en mayor medida, se van a ver beneficiadas de este tipo de inversión van a ser las mismas que se forran con el ladrillo. ¿Estas inversiones no les facilitaría la travesía por el camino de la crisis?

Además siempre es más fácil que se endeude un poco el Estado que las empresas privadas. (Menos despidos, posibilidad de financiación de la deuda mediante letras del tesoro...)

¡Ojo! La rebaja de impuestos evidentemente también fomenta la actividad empresarial, y la recuperación económica.

Conclusión: como todo en la vida, ni blanco ni negro, sino que un poco de todo...


(por cierto vaya golazo de Villa a Italia)

Paco

Ángel dijo...

Totalmente de acuerdo contigo, Paco: un golazo el de Villa ;-D

P.S. Muchas gracias por las contribuciones.

Ángel dijo...

¡Hey, Paco! He encontado esto: la economía del sector público

Ángel dijo...

Becker y Murphy

Robert Barro

... y Taylor