miércoles, 12 de julio de 2006

Puedo oírlas reír por la calle desde mi ventana, sus sandalias golpeando el asfalto ¡Qué bueno debe estar Dani, el cabrón! No le faltará qué follarse esta noche. Alguna persiana subir o bajar, ya casi ninguna luz, el día se consume como mi cigarro en el cenicero, con un levísimo crepitar esporádico desapercibido en los bares. Éste es el que mejor sabe... y esto son mis vacaciones; el flexo iluminando remolinos de humo ¡qué literario! Mañana será otro día en que no escucharé lo mejor de James Taylor Quartet en mi minicadena estropeada. Unas caladas más con las chicas que vuelven a casa o los barrenderos ¿qué más da? Voy a tener que volver a hacer ejercicio. Te quiero, noche, me gusta el naranja del vapor de sodio y hasta la presión de la orina en la vejiga ¿De qué sirve estar guapo en casa con gafas, escuchando las motos y los coches pasar? ¿Dónde irá a estas horas una moto?

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