jueves, 10 de julio de 2008

Por temporadas, una parte importante de mi trabajo...

... consiste en encontrar maneras de no pasarlo demasiado mal para sacar adelante las tareas que se espara de mí que lleve a cabo.

Entiendo que esto sería un indicador claro de que no soy la persona idónea para mi puesto o, de otra forma, que mi trabajo y yo no nos adecuamos.

Por otra parte, me continúa intrigando en qué medida se adecuará la gente a sus respectivas labores...

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues incluso gustándote tu trabajo, al depender de más gente para hacerlo, puedes adecuarte bien, o mal; ´no depende todo de uno, y eso hace que la adecuación se vuelva a veces complicada. Luego hay "rachas", ferrys que se retrasan, testigos que se rajan, pruebas periciales que no llegan,etc, pero también gente que se vuelca en su trabajo y se esfuerza por que todo salga bien. Según la combinación, tu vida laboral es estupenda o un infierno; esto, claro está, dejando de lado que no la cagues por ti mismo...
Aprovecho para saludarte: me han destinado a Cádiz-Ceuta.

Ángel dijo...

Suerte por el Estrecho... ¿Violeta?

Anónimo dijo...

Si, soy yo. Sigo sin acordarme de la clave...

Ángel dijo...

¡Jajajaja! No te preocupes; no eres ni la segunda ni la tercera a la que le pasa (incluso más de una vez).

Procedo a reinvitarte...

Anónimo dijo...

La adecuación a la vida laboral puede también depender de factores medioambientales, como el viento; me explico: un viento de 42 kms/h determina que el mar esté movido. Eso a su vez implica que el ferry literalmente, salte. De ello se derivan náuseas en el pasaje y caídas. Los pasajeros pueden verse afectados por dos inconvenientes: 1º) que vomites; 2º que no voamites tú, pero te caiga lo de otro; 3º que te caigas de camino al servicio.
Afortunadamente he evitado ambos riesgos...por el momento.
No solo el derecho se queda en el estrecho; también muchos desayunos.
Esto, indudablemente, al que tenga que ir a juicio al bajar del barco, no le ayuda.

Ángel dijo...

Cuando estudiaba derecho mercantil descubrí formas en que el derecho puede influir en la ingeniería naval pero nunca se me hubiera ocurrido una influencia recíproca tan directa de la ingeniería naval sobre el derecho ;-D

Anónimo dijo...

¿Será que se deja llevar por la curiosidad y va a www.alasdeletras.blogspot.com?